Vejez

Me temo que me voy a quedar solo en esto y voy a parecer un triste, pero bueno. Hace tiempo, alguien del trabajo comentó que nos podríamos hacer una ilustración de cómo nos vemos de viejos y como me encanta dibujarme, no he podido resistirme. Me veo con unos ochenta y tantos, dirigiéndome a Kandor a acabar el turnaround de un personaje. Al igual que la gente mayor se quedó anclada en las rebecas azul marino sobre camisa de cuadros remetida en un pantalón gris a la altura de las axilas, yo me he quedo para siempre con la moda de la generación espinete, más que por nostalgia, por la pereza que me da ir a comprar ropa. Tendré las rodillas hechas polvo de salir a correr con sobrepeso y un bastón que utilizaré de vez en cuando para recordar patéticamente a los niños de los parques que una vez hice kungfu.
No se si llamar a esto blogwar para que alguien se anime....



Por supuesto, nunca me desharé de mi querido abrigo alemán de Candem

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